¿Cómo disminuir la ansiedad en estado de alarma? Consejos de la Universidad CEU San Pablo de Madrid
En la situación actual que nos encontramos en España siendo el epicentro mundial por la pademia de Coronavirus, es de lo mas normal sentir procesos de ansiedad,sumado la crisis pandemica a nivel mundial en España sufrimos el miedo a la incertidumbre a un gobierno inestable,que ha ocultado información lo que ha contribuido a la expansión del virus,incito a asistir a manifestaciones por el politizado dia de la Mujer 8M, convertido en arma arrojadiza feminista y único pilar de unos partidos con ideologías anacrónicas basadas en el comunismo del siglo pasado, que por si solas no se sostienen.
El engaño del gobierno ha quedado al descubierto,todas esas fiestas feministas en tiempos de bonanza son medio sostenibles,con daños colaterales de enrarecimiento de las relaciones entre sexos.Pero en estos momentos la población se siente desprotegida con un gobierno mas que dudoso,con tentáculos en las narcodictaduras con recientes reuniones furtivas con narcopoliticos en los aeropuertos,el llamado “Delcy Gate”,trasiego de maletas incluido, todo eso hace la tormenta perfecta para que la ansiedad de apodere de nosotros de una forma transversal,seas de la ideología que seas.Podemos ver por las redes sociales personas que votaron a la izquierda muy críticos con el gobierno y totalmente desconcertados al ver como pierden seres queridos al mismo tiempo que el gobierno intenta aprovechar la situación para hacer política.
La desinformación y las fake news que nos proporciona los canales del propio estado,también contribuyen a generar desasosiego,hemos visto como pasamos de ver en las televisiones controladas por el ejecutivo español,insistían que se trataba de una gripe y que las mascarillas no eran necesarias,por que sabían que no tenían suficientes para todos los españoles, a tenernos encerrados en arresto domiciliario a todo el país,y ahora recomendar el uso de unas mascarillas inexistentes incluso para los sanitarios,con miedo hasta para ir a comprar el pan.
Los días se van sumando uno a uno y, pese a que los medios de comunicación, las redes sociales, los amigos y familiares están con nosotros, puede ser que algunas personas estén empezando a tener pequeñas subidas de ansiedad. ¿Cómo podemos ayudarnos a bajar esta ansiedad?
Para las personas que estén en casa y comiencen a tener estos problemas, el profesor de psicología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid Fernando Miralles ha escrito un decálogo para poder aminorar estos efectos negativos.
1.-Hay que tener una actitud positiva.
Ya es hora de que nos demos cuenta de la REALIDAD, cierto es que no podemos salir de casa excepto para cosas muy determinadas, pero hay que ser objetivos y ver que estamos en nuestra casa, con todas nuestras comodidades y sin que nos falte nada de lo necesario para llevar una vida relativamente cómoda.
Si tomamos en consideración este punto de vista, nos podremos preguntar: ¿de qué me quejo? Simplemente llevo unos días en mi casa, con mis seres queridos y sin ningún tipo de necesidad.
No quiero imaginarme qué pensarían los militares, policías, guardias civiles, personal sanitario y demás servidores públicos que están fuera de su casa con grandes incomodidades, sin poder ver a sus seres queridos y sabiendo que la misión que le han encomendado no es de unos quince días, precisamente.
Seamos objetivos y, por una vez que nuestro país nos pide ciertas incomodidades, veamos lo que tenemos y dejemos de centrar nuestra atención en lo que nos falta.
2.-Organizar un horario desde por la mañana a por la noche.
En este apartado tenemos que organizar todo el día, ya que si no lo hacemos no veremos cómo los días van pasando, y llegará el aburrimiento, la desidia y, en algunos momentos, la desesperanza.
Para ello sería necesario marcar unas horas de referencia e intentar no quebrantarlas. Horas tan importantes como la de levantarse, aseo personal, comida, limpieza de la casa, cena y dormir deberían ser la base de nuestro día.
3.-Marcarse unos objetivos distintos cada día.
Ya sabemos que, en condiciones normales, un lunes no hacemos lo mismo que un sábado ni que un domingo. En esta ocasión, aunque estemos en casa, podemos marcar diferencias entre días.
Por ejemplo, lunes, miércoles y viernes debemos organizar la limpieza de la casa; los martes, jueves y sábados, días específicos para hacer gimnasia; los domingos, días de llamar a nuestra familia y amistades con los que no hemos hablado últimamente.
4.-Ser muy cuidadoso en la limpieza personal.
Aunque no salgamos de casa, por respeto a los que conviven con nosotros y para no entrar en una idea de desánimo, hay que ducharse y arreglarse todos los días. Si estamos todo el día con el pijama, en poco tiempo no nos conoceremos ni a nosotros mismos.
5.-Ser muy cuidadoso con la limpieza y organización de nuestra casa.
Al igual que nosotros tenemos que estar limpios y bien vestidos, nuestro entorno tiene que estar limpio y organizado. No podemos empezar a dejar cosas fuera de su sitio, si no, en pocos días la casa será un desorden total y subirá el nivel de ansiedad en todos los que allí convivan.
6.-Gimnasia todos los días.
Tenemos que intentar sudar unos minutos todos los días, así los niveles de ansiedad bajarán y las molestias musculares no aparecerán. También puede ser un buen momento para reunirse toda la familia en el salón y que cada uno proponga nuevos ejercicios físicos como saltar a la comba, hacer sentadillas, flexiones, etc. o buscar por Internet algún ejercicio divertido.
7.-Técnicas de relajación y respiraciones abdominales.
Es necesario tener un momento de soledad en el día, pensar qué está ocurriendo, si todo va bien y si tengo que cambiar algo en mi actitud diaria.
Este puede ser un buen momento y relajarnos, hacer respiraciones con el estómago para que el diafragma se relaje. También se pueden hacer técnicas de relajación, estirando las distintas partes del cuerpo, para sentirnos mejor.
8.-Descansar lo suficiente.
Pese a que estemos todo el día en casa, no significa que nos acostemos muy tarde ni que nos levantemos a deshora. Para que nuestro reloj biológico funcione bien, nos tenemos que acostar a una hora prudencial y levantarnos no muy tarde, para empezar el día con fuerza.
Es muy importante no romper la organización de nuestro reloj biológico, pues puede ser el principio de una depresión/desidia, con la que se nos complicará la vida, tanto a nosotros como a nuestra familia.
9.-Mantener el contacto con amigos y familiares.
Aunque estemos solos en casa, mucha gente nos conoce y nos quiere. Una demostración de ello es la cantidad de mensajes y llamadas que recibimos todos los días. Pero siempre hay amigos y familiares que, por no molestar, no llaman o no se comunican lo suficiente. Es a esas personas a las que tenemos que apoyar e invertir algo del tiempo que hoy por hoy nos sobra.
10.-Fomentar prácticas solidarias con personas de nuestro entorno.
Es el momento de ayudar a las personas que tienen “la suerte de vivir cerca de nosotros”. Podemos desde cuidar de niños cuyos padres tienen que trabajar; hacer compras a personas mayores para que no salgan a la calle; participar en quedadas, como salidas a la ventana a ciertas horas para aplaudir en apoyo a ciertos colectivos como personal sanitario, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, fuerzas armadas, personal que trabaja para que nosotros sigamos en nuestras casas, etc.
Nos estamos demostrando a nosotros mismos que somos buenas personas y que sabemos ayudar a nuestros vecinos. No perdamos la oportunidad de aprender en esta pandemia que somos necesarios para los demás y, al final, saldremos fortalecidos de esta experiencia vital.