Desde que Valencia está llevando a cabo su propia remodelación, su vuelta a la ciudad que fue, la ciudad del Turia está de moda. Y más aún desde que un grupo de fashionistas decidieron organizar la Semana de la Moda, que ya cuenta con X ediciones, y con el auge que ha tenido ésta última parece que la cosa va a seguir adelante.
Como fieles a las tendencias, allí acudimos a cubrir el evento, no hay performance que se nos resista si se trata de innovar… y si de vanguardia va el asunto, nada mejor que la Ciudad de las Artes y las Ciencias para albergar las creaciones de treinta diseñadores dispuestos a convertirse en los trendsetters del momento. El Ágora fue el edificio elegido, y es que aquí entre vértebras de hormigón que eligen la luz que debe entrar y formando un casquete de enormes dimensiones circulaban diseñadores, bloggers, coolhunters, maquilladores, fotógrafos, adictos a la moda, modelos y mortales.
La pasarela abría los desfiles con Juan Vidal, que presentaba una colección inspirada en Odile, la mujer que se convierte en cisne y se mantiene ‘viva’ más allá de la muerte, de ahí que se vista de negro absoluto, manifestándose ante la imperfección. Las modelos portan misteriosas negros atuendos, ceñidos de busto, con encajes que decoran a lo largo y ancho. Se combinan en vestidos o faldas entalladas o bien con pliegues y drapeados. Un desfile enigmático que contrasta con la claridad del espacio. Por su instinto, el duro trabajo y este magnífico resultado fue galardonado con el Premio Mejor Colección.
Puntual a las 13h se estrenaba la colección de Loolah, basada en tribus indígenas. Hombres y mujeres se visten con la suave mohair que, con el predominio del negro se mezclan con tonos rojizos y calderas, también en versión degradé. Juanmabyelcuco atavía a la mujer en un halo de futurismo, con prendas asimétricas llenas de pliegues que se decoran con cruces y superposiciones.
El Ying y el Yang de José Castro y Siempreesviernes propone recargados conjuntos en piezas que van desde el negro al rojo cruzando con estampados e incluso tejidos vaqueros con formas que marcan cinturas incorporando volantes y chaquetas de ‘bolero’ que se cortan por el pecho. El tejido en pelo cubre parte de su vestuario, animando sus creaciones.
Zazo&Brull presentan su lado más salvaje con predominio del negro, incorporando azules en gasas estampadas o rojo en forma de escamas. La protagonista es la pechera de ellas que se llena de flecos o piezas con mucho volumen.
Mompó llena de color la pista vistiendo a una mujer muy sofisticada que insinúa su espalda. Sus formas son casi espaciales y sorprenden con potentes estructuras en zonas estratégicas…consigue apariencias arquitectónicas. Mompó lleva años en esto de la moda, y siempre ha vestido a mujeres exigentes y extravagantes. En algún evento he podido observar de cerca alguno de sus vestidos y son realmente piezas de admirar.
La jornada se clausuraba con un desfile de los estudiantes de La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia, previamente elegidos por un jurado, otorgándoles así la oportunidad de presentar al mundo sus ideas. Una propuesta muy interesante.
El segundo día de encuentro con la moda valenciana dejaba ideas originales e interesantes como el desfile de Jaime Piquer, que inspirado en el constructivismo ruso, presentó cálidos terciopelos en negro, blanco y rojo, e incluso combinados en dibujos geométricos completamente mates. Vestidos con grandes cortes desiguales que cuelgan dotándoles de dimensión. Las modelos lucían un peculiar peinado en que el pelo se recoge y se eleva en forma de espiral, esto le llevó a ganar el Premio de Peluquería que otorga la firma Revlon.
Higinio Mateu vestía de elegancia la pasarela, sus colores: negro y áureo, además de verde. Tejidos como brocados o acolchados, en sedas, marcando la figura femenina y exagerando las faldas confiriéndoles corpulencia. Las mujeres de negro se decoran con piezas brillantes de bisutería en alambres que rodean bien hombros, cinturas o cuellos, creadas por el magnífico joyero Antonio W Rodríguez. Me encanta, tengo joyas de sus antiguas colecciones y son realmente originales. Higinio se perfila como el diseñador de la High Society de la comunidad.
Alex Vidal mostró para la temporada OT/IN – 2012/2013 una colección inspirada en Berlín con predominio de los grises y verdes, también azul navy, en lanas a veces tricotadas, napas y plástico. Los vestidos son sport y alcanzan vuelo desde la cintura, terminando en picos laterales. Para la noche usa satenes en largos vestidos que enseñan la espalda y llegan hasta los pies. Este fue uno de los desfiles con mayor afluencia de público, y es que ser el hijo del director tiene sus ventajas…
El 4 de febrero concluye esta cita con el arte de la costura. Tonuca figuró una performance en la que modelos salían de una plataforma y Porfin optó por modelos vistiéndose con ropa clavada en la pared. El desfile de Retal Reciclaje Creativo cubre a los hombres con pantalones de pana destacando bolsillos frontales, en colores pistacho, marrón y verde ácido, basándose en el viajero contemporáneo. Son holgados o ceñidos, sin costuras, pero siempre cómodos. Georgina Vendrell piensa en hombres atrevidos y por ellos surge su inspiración del Soho londinense, resultando así una colección muy british en la que incorpora tejidos liberty. Sus colores son el verde, teja, gris y mostaza
A las 19h Julio Almiñana mezclaba dos puntos tan opuestos como el punk y el glamour del cabaret de Berlín con texturas muy cálidas y un diseño práctico en colores como grises, rojos, morados y blancos cuadros, apostando en hombres por faldas plisadas. Paolo Cappolella busca su inspiración ene Día de los Muertos de México y tiñe de colores mostaza, gris rojo y azul en prendas oversize asimétricas de tejidos cálidos como lana o felpa.
Zanja la pasarela Miquel Suay cuyo desfile nace de la poesía japonesa por lo que la estética resulta zen con sus formas rectas, siendo el busto el protagonista por los cuellos chimenea y las sisas más bajas, en tejidos como lana gruesa, acolchados y colores grises, tierras, cerezas y negros.
Como en cada Fashion Week pudimos ver caras conocidas como Carmen Lomana, Josemi Rodriguez Sieiro, Rita Barberá, Jordi González, María Forqué o Yolanda Sacristán, directora de VOGUE España.
Como estilismo particular, el que lució cada día Fidel David, un joven diseñador que desfiló en la pasada edición creando una moda ‘lolita’ y llenando la pasarela de color y diversión.
Los alrededores llenos de gente estilosa que encuentra el momento de llevar la moda al máximo esplendor. En contraposición observamos a esa gente que se disfraza sólo por el hecho de hallarse en una Fashion Week, pero que lejos de favorecerles, les falsea, auguro que porque en realidad no es su estilo diario…
El día cae y termina la Semana de la Moda valenciana…y es que cuando el Mediterráneo está cerca todo parece tener mejor color…esta ciudad enamora…y cuando el Ágora cierra sus puerta acaba la Fashion Week pero la moda sigue en universidades, bares, cervecerías, discotecas, parques…porque la moda está en la calle!
Nos vemos en Cibeles.
Texto y fotos: Julia Llop