Cuando la Europa de Angela Merkel se desmorona o se divide, encontramos
un punto en común en el que todos los europeos estamos de acuerdo. La gastronomía
española es de las mejores del planeta. Como paradoja la del País Vasco es
una de nuestras señas de identidad.
Un buen ejemplo es el restaurante Makatzeta, capitaneado por el inconformista e
hiperactivo Carlos Gulin Cid chef, que se desmarca de sus vecinos cocineros famosos
como Arzak, Aduriz o Berasategui desde la admiración y el respeto. En pleno corazón
de Vizcaya en el Valle de Atxondo Arrazola en un típico caserío vasco,
junto a Nekane Ribera su mano derecha en la cocina hacen un tándem perfecto.
Carlos nos propone una cocina sincera, es decir su intervención empieza a las
seis de la mañana, en la lonja o en la caseríos cercanos potenciando el
producto local, viendo bien temprano las verduras, pescados y mariscos.
Que como un ritual va personalmente a encargarlos, que posteriormente
en Makatzeta tras la intervención del chef potencian su sabor convirtiéndose
en joyas gastronómicas.
El Makatzeta cuenta con una bodega muy interesante con casi todas las
denominaciones de origen desde el priorato pasando por Pirineos Aragón,
la Mancha, Navarra, Valencia o el txacoli vasco. Durante mi visita
hicimos maridajes que comulgaban en el entorno fundiéndose, el tinto de
Rioja 200 Monges reserva 2005, Losada del Bierzo y en especial el
maridaje perfecto de Remelluri blanco con la ensalada de xangurro
y el bogavante a la plancha.
Espacio perfecto para celebrar eventos de toda índole desde compromisos
matrimoniales a consolidación de marcas, que deseen enmarcarse dentro
del mundo de la alta gastronomía. Es una experiencia más que recomendable,
dejarse llevar por este singular chef, en un paraje tan auténtico
alejado de lo artificial con el murmullo del Río Arrazola que acaricia
al Makatzeta.
Texto y fotos: Guillermo Lopez
Eventos en Makatzeta: info@vidaaustera.com